Los Ríos y sus Guardianes

Recientemente, en un curso avanzado de QiGong Imperial a distancia, me preguntaron por qué parecía tan simple la transmisión y la práctica de estas Artes internas.  Y aunque hay muchas variables que juegan su papel en esta apariencia simple, voy a referirme sólo a dos - el "Río" y sus "Guardianes":

Tanto la práctica de las Artes internas genuinas, como su transmisión, dependen de su pureza (lo simple, lo esencial, lo necesario, sin sumarle ni restarle nada).  En el caso específico del QiGong Imperial esta "pureza" se manifiesta como un río de luz brillante y sutil en el que uno se sumerge.  Y para que ese "río" se manifieste y esté "abierto" a que los practicantes lo disfruten y se beneficien de sus manifestaciones, hay una serie de "secretos abiertos" (los secretos abiertos son aquellos que, aunque estén a la vista de todos, muy pocas veces se ven con la claridad necesaria para hacerlos conscientes y propios).

Las Escuelas Tradicionales tienen tres enfoques (a veces separados) - generar conocimiento, cuidar el conocimiento y transmitir dicho conocimiento.  Y ese último - la transmisión - siempre se ha dado de maestro a discípulo.  De esa manera, la esencia del flujo armónico del conocimiento de ese río depende del cuidado de ese vínculo de transmisión.  Y es un vínculo muy interesante para nuestra perspectiva occidental moderna, pues parte de una postulado totalmente diferente al nuestro - su cuidado está en manos del discípulo, quien es el responsable de mantenerlo abierto y fluyendo para que su caudal sea cada vez más abundante y por lo tanto su aprendizaje sea cada vez más amplio y más profundo.

Como discípulo de las Artes Internas Shaolin, dentro de las cuales está el QiGong Imperial, una de las maneras de cuidar ese vínculo es honrando a los maestros, los Guardianes del Conocimiento de este río.  Y una manera de honrarlos es evocándolos/invocándolos al sonreír del corazón.  Personalmente traigo a mi sonrisa a mi Sifu (Sifu Wong Kiew Kit), a mis Sikung (los maestros directos de mi Sifu - Sifu Ho Fatt Nam, Sifu Lai Chin Wah y Sifu Chee Kim Thong), a todos los Maestros Shaolin del pasado y a su patriarca, el venerable Bodhidharma.  También traigo a otros maestros de ríos paralelos que me han enseñado y guiado en mis prácticas de las Artes Internas como El Doc (Dr Edouard Nikolaevich Li), mis Hermanas Mayores (Sifu Emiko Hsuen y la Dra Luz Ángela Carvajal), a Mamo Rumaldo y Mamo Lorenzo, al Taitica Domingo Tisoy, a los sabedores y tradicionales William Yukuna, Iván Matapí, Manuel Tanimuka, Rodrigo Yukuna y a todos los grandes Mamos, Taitas y Payés de nuestro territorio...

¡Al traerlos a mi sonrisa del corazón, sin necesidad de pensar en nada, se abre este río de luz brillante por una razón muy simple - porque con ellos y a través de ellos sólo aparece Gratitud, Cariño, Respeto y Asombro, que son el Alimento del Alma!

Piti